Diatribas de una escritora: Las horas que no tienes...

     ¿Les ha sucedido alguna vez que están súper contentas con vuestro ritmo de trabajo y, de pronto, sucede algo que les hace borrar la sonrisa de golpe? Eso, justo eso me pasó la semana pasada. Yo estaba contenta, en realidad, contenta, lo que se dice contenta no, porque no son tantas las horas de las que dispongo a lo largo de la semana para escribir, pero haber conseguido tener unas 10 horas, ya son, digamos, suficientes para mí. Pasar de 0 a 10, es un gran avance, ¿no creen?

    ¿Recuerdan el famoso relato que iba a salir la pasada navidad? Sí, ese que por falta de tiempo postergué, creí poder sacar a mitad de año, luego pensé en sacarlo en verano... Sí, ese en el que ando inmerso en la escritura. Ese con el que me siento feliz, por haber situado el trascurso de la acción en mis islas, ya tocaba volver a ellas, ese que ya ha dejado de ser relato por superar las 15.000 palabras, ese que, de pronto, me hizo pensar:

¿Saldrá a la luz en navidad? 

     Mi yo lógico me grita SÍ, pero leches, esta semana entro en las RRSS y, de pronto, me encuentro con un sinfín de portadas navideñas y juro que me dio un bajón tremendo. Bajón doble, de pronto, el arre arre arre la marimorena sonó en mi cabeza y, juro que no eran Malina y Magali, las sobrinas de Gara, la prota de la historia, ellas andan todo el rato cantando Con mi burrito sabanero, no me voy a enfadar con ellas, solo tienen tres años y no es plan. Volvamos al tema, como decía el bajón fue doble, una por ver correr el tiempo de manera meteórica,

por favor, aún no he disfrutado de las vacaciones,

estas dos semanas pueden volar, pero luego que Cronos levante el pie del acelerador

y, el segundo motivo porque pensé:

Yo en bragas, metafóricamente hablando aunque con este calor tampoco sería extraño,

y todo el mundo anunciando portadas y fechas de salida.

    Lo sé, lo tengo claro, no hay que compararse, no hay que agobiarse, mi momento cumbre llegará en agosto, pero permítanme el SHOCK y el berrinche infantil. ¡Yo también quiero tener la portada y la fecha de salida ya! Pero, saben una cosa, saben que es lo peor, que ya no me convence el título, ja, ja, ja, ya no me gusta el título de UNA NAVIDAD DIFERENTE, me parece soso sosísimo, y, en realidad, poco árbol navideño, espumillón he nombrado en los capítulos escritos.

 Mmm...Revisar ambientación...

   Por una vez no me castigaré por no tener todo bajo control, por no tener esa idea de portada, ni una fecha clara en el calendario, porque ahora mismo lo importante es que estoy deseando perderme entre las teclas, sumergirme en la historia de esta mujer que ya me ha ganado, porque me ha devuelto el:

mi niña, a los chinijos, a los perenquenes, el chiquilla, los maloficios, las guaguas, las truchas de calabaza...

Así que tiempo al tiempo, la meta llegará, como siempre digo hay que disfrutar del camino, como diría Horacio o el plumilla: 

Carpe diem, quam minimum credula postero

Muaaaaaackis...muaaaaackis

Elva