Diatribas de una escritora: De lectoras y poliamor...

Queridísima amante de las letras, las historias de amor y los finales felices:

     Reconócelo, no mientas y, mucho menos te mientas a ti misma. Lo sé, es algo que no lo puedes negar, ni evitar: eres POLIAMOROSA. No en el sentido tradicional, claro, yo ahí no voy a entrar ni a salir (por favor, no vean dobles sentidos en mis palabras), cada una en su vida privada puede hacer lo que le plazca y nadie puede juzgarte por ello. Ojo, mientras no le hagas daño a terceras, cuartas, quintas...personas, ja, ja, ja.

   Yo hablo de POLIAMOR LITERARIO. Sí, sí, no hablo de que tengas el corazón dividido  entre parejas de carne y hueso, sino entre los personajes y las historias de amor que pueblan tus estanterías. 

¿A qué no miento?

     Y no pasa nada. De hecho, es algo maravilloso. El amor que siente una lectora de RomCom   por sus libros es la forma de poliamor más pura y sincera que existe. Vayamos al grano, detallemos por qué tu vida amorosa literario es, en el fondo, una relación poliamorosa.

1. La fase de enamoramiento total 

      Cuando empiezas un nuevo libro, toda tu atención gira a su alrededor. Es el centro de tu universo. Te enamoras de sus diálogos ingeniosos, de sus defectos adorables y de su historia. Te quedas despierta hasta la madrugada solo para saber qué pasa después, ignorando los otros libros que esperan. Es una relación intensa, apasionada y totalmente exclusiva… hasta que llegas al final.

      Es más, cuando estás a unas cincuenta páginas de terminar esa relación creada en la intimidad dada por sus páginas te encuentras en medio de una encrucijada, por un lado, quieres conocer ese HAPPY ENDING, sin embargo, al mismo tiempo, no quieres que llegue. 

2. El amor por los "ex" (esos libros que no olvidas)

     Nunca, jamás, olvidas a tu primer gran amor literario. Bueno, ejem...ejem..., ni al primero, ni al segundo, tercero... Sea como sea, jamás olvidas a esos personajes y esas historias que te marcaron el corazón y la memoria. Siempre vuelves a ellos en un momento de debilidad, los recuerdas con un cariño especial y, por supuesto, los recomiendas a tus amigas con la emoción de la primera vez. Esos libros ocupan un lugar permanente en tu corazón, por muy lejos que estén en la estantería.

     Te cuento una anécdota, este verano una lectora me comentó que estaba volviendo a leer TRES NO SON MULTITUD, los ojos se le cayeron al suelo al yo decirle: ¿sabes que si el Pirata viviera fuera de las páginas del libro ya tendría 16 años? Ja, ja, ja, ya casi está pidiendo su propio primer amor, ja, ja, ja.

3. Los "pretendientes" (la lista de libros pendientes)

     Mientras tu corazón está ocupado con el protagonista del momento, siempre tienes un ojo puesto en los que vienen después. Tu lista de libros pendientes es, básicamente, tu lista de citas. Dicho sea de paso, LISTA INTERMINABLE, ejem...ejem... y pasa por ser incapaz de entrar en una librería y salir sin un nuevo libro en la mano.

     Tienes un harem interminable de pretendientes.

ja, ja, ja, pretendientes, tenía esta palabra olvidada en mi pasado más pluscuamperfecto, ja, ja, ja

Cada uno prometiendo una nueva aventura, una risa y, por supuesto, un final feliz. Sabes que, en cuanto termine tu relación actual, te lanzarás de cabeza a la siguiente.

      Así que sí, querida lectora, somos poliamorosas. Amamos al protagonista de turno, extrañamos a los ex y coqueteamos sin pudor con los que están en la lista de espera. Y nuestro corazón es lo suficientemente grande para amarlos a todos.

    Cuéntame, ¿con cuántos libros estás en una relación ahora mismo?  

Muaaackis...muaaackis

Elva